2 jul 2013

Love Me - cap 14

-¡Ni-me-hables!- taconeo rápido hacia el auto, seguida por el quinceañero que sobaba su cabeza.

-Candela… Cande… ¡Cande!- la movió cuando llegaron a la casa de la castaña.
-¿Ahh?- ya estaba dormida desde que entro al auto, por eso no había detenido al rubiecito, en su acto de interrupción.
-Ya llegamos ami- le sonrió tiernamente.
-Uff me dormí como las mejores- bostezo riendo.
-Sí, te dormiste y no paraste al enano- le reprocho poniendo una cara graciosa.
-¿Qué hizo?- despertó instantáneamente.
-Nos interrumpió en el mejor momento…- sonrió de costado negando.

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-¿¡Me estas cargando!?- la morocha volvió a negar- ¡¡Ah yo lo mato!!¬- puso su mano en la frente exageradamente.
-Yo ya lo hice- sonrió malévolamente.
-¿Qué le hiciste?-la miro asustada.
- hable con Gina (mama de Yeyo) para que no lo deje salir mañana- la castaña le choco los cinco.
-Bien ahí, muy bien- volvió a bostezar- ¡para!- Lali salto por el grito- ¿a qué te referís con “mejor momento”?- tenia ojos de huevo.
-Ay nena, tan hueca siempre- tapo sus oídos riendo- me refiero a que estábamos a punto de… ¡¡chaparnos!!- le grito ahora ella.
-¡ay, jodéme!- seguía gritando.
-Sí, pero plis baja el tono, son casi las 6- le pidió riendo.
-Ok, ok- respiro profundo unas tres veces y volvió a hablar- ahora… necesito… ¡de corazón! Que me aclares que onda… ¿en que están boluda?- la empujo despacio. La sonrisa de ambas iluminaba ese auto.
-A ver… resumen- Cande asintió- ya no daba más, no me hace bien estar así. De joda en joda, de boca en boca, intentando sentir algo que solo ÉL me hace sentir- su amiga la miraba tiernamente- No puedo pretender, mantener mi corazón aprisionado por más tiempo- la castaña se tapaba la boca para no gritar de emoción- y por eso, hoy en el rex me lance a sus brazos… me deje llevar… y por un momento en toda mi vida, fui al 100% Lali… sin restricciones…- una lagrima rodo por su mejilla.
-Amiga…- la abrazo tiernamente- ¡cómo te amo! Sos tan especial La… y te mereces lo mejor. De verdad lo digo. Tenes que ser feliz con el hombre que amas y vos sabes a quién me refiero- sonrió secando sus lágrimas.
-Si… lo mejor es que estábamos abrazados y me dijo algo… que me lleno el corazón…- suspiro encantada de recordar- fueron las dos palabras más sinceras que escuche en mi vida…- miro a su amiga, con los ojitos cristalinos.
-¿Qué dijo?- pregunto enternecida.
-Te amo…- refregó su cara emocionadísima.
-¡LPM! ¡Son tan tiernos!- aplaudió feliz- ¿y vos que le dijiste?- estaba extasiada al máximo.
-¡Que yo también, obvio!- le respondió más feliz aun.
-¡Me muero muerta!- se tapo la boca impresionada.
-¡¿Qué paso?!- miro asustada por la ventana que estaba a sus espaldas.
-¡¡Yo no tengo vestido para el casamiento Lali!!- lo dijo medio molesta, y otro tanto, bromeando.
-Pero que pelotuda ¡me asustaste tarada!- mantenía su mano en el pecho- ¿vos crees que nos vamos a casar?- pregunto impresionada.
-No creo que de inmediato, pero si en un mes… maso- rio, haciéndola reír también.
-¡Sos tan tontita Cande! Aun ni nos besamos…- dijo pensando en ese punto.
-¿aun no? ¡Pero qué lenta!- se burlo.
-¡Ey! Vos sabes todos los “peros” que había- se defendió.
-¿Y que paso con los “peros”?- se refería a todas las barreras que se auto-impuso la morocha.
-Peter ya rehízo su vida, creo que hasta amigos podremos ser- ese tema la aliviaba demasiado.
-Qué bueno que entro en razón el pelado- era un tema bastante complicado para todos los cercanos a la ex pareja.
-Sí, creo que al fin está madurando. Se vienen cosas geniales para él- sonrió, ya que la ponía sinceramente feliz, el cambio de Peter.
-¿Y Euge?- era otro de los temas pendientes.
-No, ese tema sigue pendiente, sabes que no me banco a Nacho y menos a esas amigas que tiene ahora- negó.
-Compartimos opiniones en cuanto a las amistades La, pero el novio cambio en serio, al parecer- ella sabia un poco más, porque de vez en cuando hablaba con Euge.
-No se… ella ni siquiera me habla, mas allá del novio o las amigas o Peter… no entiendo porque tomo esa actitud, en vez de conversar las cosas- sabia que parte del distanciamiento corría por su cuenta. Pero también tenía culpa la rubia, que sin motivos comenzó a alejarse.
-Yo creo que Euge se alejo porque, desde la primera vez que nos comento que Nacho era guapo y le agradaba vos lo rechazaste… y en algún momento tuvo que elegir. Quizá el tema de Peter y su amiga ¿Anne?- pregunto sin saber el nombre.
-Creo- tampoco estaba segura del nombre.
-Bueno creo que ese tema se fue dando después, o más bien, fue una excusa. No quería elegir entre vos y él- tenía toda la razón.
-Pero yo jamás la hubiese puesto en esa situación Can, vos lo sabes mejor que nadie- la castaña asintió- te acordás cuando comenzaste con Agus, yo me negaba rotundamente, porque sabia lo pirata que era, pero vos me hiciste cambiar de opinión y lo cambiaste a él también- ambas rieron.
-Sí, pero creo que la diferencia es que Agus era como tu hermano y Nacho es una desagrado en tu camino- la morocha abrió los ojos exagerando.
-Pero Euge es Euge y su felicidad es ante todo. Yo creo que ella se alejo mas, porque me vio tan pegada a Nico y creyó que me inclinaría por él- estaba evaluando todas las posibilidades.
-Puede ser. Al final se formaron dos bandos. Vos y Nico contra ella y Peter. Pero ahora vos arreglaste las cosas con Peter y ella con Nico y quienes terminaron distanciadas son ustedes- Lali asintió triste.
-Es una fea realidad, pero no puedo ser nuevamente yo la que se acerque y pida hablar ¿acaso no puede dejar ese orgullo tonto de lado por nuestra amistad?- le dolía mucho el tema.
-Sabemos como es, al igual que ella sabe cómo somos. Yo solo pido que o caiga el orgullo o aguante tu sensatez y te acerques. ¡Porque como las extraño che!- sonrió para que su amiga también lo hiciera.

Sabía que el tema le dolía demasiado, Euge llego a ser mucho más cercana que Cande en su momento. Se entendían de maravillas. Siempre compartían los gustos y cuando no, alguna de las dos cedía. El problema eran sus caracteres, tan parecidos, tan fuertes. Chocando hasta que Cande intervenía, pero esta vez todo había llegado muy lejos.




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El problema eran sus caracteres, tan parecidos, tan fuertes. Chocando hasta que Cande intervenía, pero esta vez todo había llegado muy lejos.

-Bueno hablemos mejor de otra cosa- Lali ya había sufrido bastante por el tema de su rubia. En un momento se sintió completamente sola, sin Benja, sin Euge, sin Peter y sin Cande, a quien ella misma había alejado.
-Volvamos a lo que estábamos… Benja- la sonrisa se dibujo instantáneamente en la cara de la morocha- si vieras la cara que pones cuando lo nombro- se cago de la risa.
-Es que no sabes lo que son esos ojos mirándote como me mira- suspiro enamorada.
-No me saques pica Lali, mira que puedo ser competencia ¡eh!- la apunto con el dedo, bromeando.
-¿Qué decís nena? Si me ama solo a mí… y yo solo a él- volvió a suspirar.
-Ah, pero definitivamente te perdimos. ¡Estas mas enamorada que yo boluda!- ambas rieron.

Siguieron conversando por un rato, hasta que se percataron que ya amanecía. Cande se despidió feliz (aunque muerta de sueño) prometiendo ir al siguiente día, para seguir la conversación.
La morocha, acelero su auto y avanzo unas pocas cuadras, hasta llegar al frontis de su hogar. Orillo su auto y bajo algunas cosas que llevaba. Los regalos definitivamente los subiría a su cuarto más tarde.

En completo silencio, con cautela y un poco de miedo entro a la casa, cerró la puerta tras ella, saco sus zapatos de tacón y en puntillas se acercó a la escalera. Estaba en ese acto secreto, cuando miro al ventanal de la cocina y su peor enemigo la miraba con cara de “¡te pille!”. Era él, la pesadilla de la petiza, su perro Nano. Más bien, el perro de su madre. Nunca se llevaron, no pegaban onda, no se bancaban y buscaban cada momento para pelearse, golpearse apropósito y acusarse. Era una situación que hacia reír a todos los que entraban a esa casa, pero que a la morocha la tenía fuera de quicio.
Rompía justo su ropa cuando la colgaban recién lavada. No le permitía ingresar al patio, o si no se le tiraba encima o la mordía despacio. Siempre que Lali robaba algo de la cocina, el perro se ponía a ladrar como un loco y lo peor era, en casos como este, resultaba ser un espía del enemigo. Rompía en aullidos matutinos, para avisarle a Carlos, que su pequeña hija hacia acto de presencia en el hogar. Era un buchón de lo peor.

Sabía que no la retarían por el horario, era una chica grande, responsable y que mantenía límites. Pero sus frecuentes salidas y llegadas matutinas habían manchado su expediente y Carlos estaba atento. Por ende debía callar a ese perro antes de que arruinara su fin de semana.
Camino lentamente al ventanal con una enorme sonrisa en el rostro, pero por dentro, lo maldecía. Estaba cagada de sueño y debía lidiar con el pesado de Nano.
Tomo un pan que estaba sobre la mesa de la cocina y siguió hacia el ventanal mostrándoselo al perro. Éste gruñía y la miraba con odio, pero también miraba el pan. Abrió cautelosamente el ventanal y saco la mano con el pan hacia el patio, lo tiro y espero que el perro corriera tras él. Pero no fue así.
Según ella, el perro sonrió malévolamente, y después de eso, de deshizo en ladridos y aullidos, que de seguro, despertarían a medio Banfield.
-¡Maldito! Me las pagaras muy caro…- sacaba chispas por los ojos, mientras el animal seguía ladrando.
-¿Lali?- su papa bajo serio envuelto en una bata de levantarse.
-Si papa, aquí estoy- se asomó hacia el living- puso cara de cansancio, debía convencerlo.
-¿Estas son horas de llegar?- cuando quería, era peor que Hitler.
-Papi, sabes que terminamos el Rex, fuimos a celebrar con Cris- la rubia era un punto a favor- y los chicos. Y después pase a dejar a Yeyo y Cande, por eso…- bostezo exageradamente- me demore.
-mmm…- la miraba dudoso- está bien… ¡Nano Callate!- el perro seguía ladrando para acusarla- pasa por hoy, pero que sea la última ¡eh!- la señalo con el dedo.
-Si papito lindo, el más lindo, el más peladito, peladito, peladito- le tomo la cabeza, se la bajo a la fuerza y la beso sonoramente.
-¡Ay Lali!- se soltó molesto y subió rezongando. Ella camino sonriente y canchera hacia el ventanal.

-Vos… HDP… ¡me las pagaras!- el animal la miraba tras el vidrio medio asustado, sabía que había perdido- y aprenderás a serme fiel… tarado- le saco la lengua y tomo sus cosas subiendo la escalera.

Dejo las cosas sobre la silla, busco su pijama aun de invierno y se lo coloco. Fue al baño, se desmaquillo rápidamente y termino lavándose los dientes. Tenía una cara de pedo impresionante, así que hizo un pequeño rezo, como le había enseñado su abu y se lanzó a los exquisitos brazos de Morfeo.
Pretendía dormirse de inmediato, pero los recuerdos de todo lo vivido ese día, la bombardearon y lograron sacar una hermosa sonrisa, antes de que se durmiera como la princesa que era.

El siguiente día, que en realidad era el mismo, pero en distinto horario. Comenzó con el beso de buenos días de Any, a las 2 de la tarde. Gruño un poco, pero al voltearse y ver su querida hermana, instantáneamente apareció una sonrisa.

-Son las 2 Lala- le devolvió la sonrisa.
-Uffff… ni lo note- se estiro con flojera- siento que no dormí nada- ambas rieron.
-Te desperté solo por una razón…- la miro esperando que adivinara.
-¿La comida esta lista?- pregunto sin saber qué otra cosa decir.
-No…-la miro esperando más preguntas, pero con la levantada de hombros de Lali, se terminó el juego- ¡que flojita por Dios! Te llamo Cande, que viene en media hora. También llamaron Miru, Poli, Daki, Benja y Euge.
-¡Uh Dios! Se me olvido que hoy nos juntaríamos a comer- se levanto más que rápido.







Autor: chey_x_lalitas

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