1 jul 2013

Love Me - cap 11

-Sí, tenes razón… igual tengo otra duda… hace mucho que quería preguntarte…- mas menos sospechaba hacia donde se dirigía la pregunta- ¿vos y Lali… son novios? ¿O salen? ¿O tienen alguna relación?- tiro todo de una al final.
-Somos muy buenos amigos…- con ganas, pero eso no se lo diría a ella.
-Ok, ok, cambio mi pregunta… ¿a vos te pasa algo con Mariana?- estaba seria.
-Con todo el respeto que te mereces Cris, esa información es privada y creo que no está en mi contrato decirlo- fue tajante, pero respetuoso.

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-Si, tenes razón. Igual esto era como amiga, no como jefa. Solo lo quería saber, porque siempre se les ve muy juntos y bueno… Lali corto con Peter- especulo.
-Me parece insólito, que por ser su mejor amigo, ahora ¡TODOS crean que tenemos algo!- se exaspero un poco.
-Está bien, no hablo mas del tema, lo lamento- trato de calmar las aguas.
-No, discúlpame a mi Cris. Pasa que quede muy nervioso desde la discusión- suspiro.
-Todo bien, vamos a verla mejor- palmoteo su hombro y caminaron hacia ellos- ¿Cómo esta?- le pregunto a Jorge, el médico.
-Necesita reposo y estos medicamentos, le bajo la presión y tiene una gripe fuerte. Nada de qué preocuparse mucho, que descanse es lo esencial- entrego la receta a Cris.
-Ok, licencia ¿hasta cuándo?- pregunto preocupada.
-Ideal sería una semana, pero no creo que aguante, conociendo a Lali, no querrá- rio acompañado de la rubia. Benja estaba agachado al lado de la morocha, quien tenía los ojos abiertos, pero no miraba nada.
-Yo tampoco creo que aguante, pero la obligare- no quería sobrecargarla, lo mejor era que tomara su licencia completa.
-Ok, yo me retiro- se despidió de los chicos.
-Te acompaño- se ofreció la rubia y salieron juntos.

Ahí estaban, el acariciando su pelo y ella estaba perdida en ese techo blanco. Sin palabras, ni miradas, solo respirando en distintos ritmos.

-Lali… - llamo su atención- ¿Cómo te sentís?- ella lo miro.
-Mejor… gracias por todo- le dedico una sonrisa forzada.
-No tenes nada que agradecer…- le sonrió también forzadamente, sabía que no estaban bien las cosas.
-Quiero ir a casa- suspiro.
-Ya vienen por ti, creo que viene Carlos- ella asintió con los ojos cerrados-Quiero que sepas, que siempre estaré con vos- acaricio su mejilla.
-Gracias- trato de evitar mirarlo, le dolía.
-¿Queres… algo?- pregunto nervioso.
-Si… estar sola un poco- lo miro triste.
-Ok… entonces yo…- se levanto confuso- mejor me voy… al ensayo…- le sonrió nuevamente nervioso, ella asintió. Solo le quedo salir de ese incomodo ambiente.

Cuando estuvo sola, tapo su rostro con ambas manos. Sabía que todo estaba mal, tenía una confusión tremenda. Corazón v/s razón. Amar o mantener la paz, todo dolía, todo dañaba, y lo único que le hacía bien, debía alejarlo.

Estuvo un rato mas ahí, luego se levanto con dificultad y guardo las cosas, se abrigo y salió a la sala de ensayos. Había tomado un analgésico y eso la tenía un poco mejor. Candela la ayudo con el bolso y desde lejos se despidió con la mano de Benja. Cuando iba saliendo se cruzo con Euge, quien agacho la cabeza y paso por su lado. No estaban enojadas, no habían peleado, simplemente pensaban diferente y eso las mantenía distantes.

Afuera la esperaba su papá, quien la abrazo con mucha delicadeza y beso su frente. Tomo asiento en el lugar del copiloto y ahí estaba la flaqui, mirándola con cara de angustia.

-¿Te sentís bien?- pregunto tomándole la mano.
-Mejor…- le dedico la misma sonrisa forzada que al rubio.
-¿Me recibirás en casa a la noche?- sabía que quizá querría estar sola.
-Prefiero descansar ¿puede ser otro día?- pidió cordialmente.
-Obvio, no te preocupes. Te estaré llamando, plis contéstame ¿ok?- ella asintió con los ojos cerrados- te amu demasiado amiga- la abrazo.
-Me too Can- no quería llorar.
-Cuidate- acaricio su cabeza y beso la frente.
-Que tengas buen show- le dijo cuando ya había cerrado la puerta.
-Cuidate plis…- dijo antes que el auto partiera. La morocha asintió puchereando.

En el camino su papá le pregunto qué sucedía, obviamente la respuesta no fue completa. No pretendía que saliera con un rifle tras Peter, para matarlo. Siempre tuvo buena relación con su familia y no quería que eso cambiara. Sabía que el morocho era una excelente persona y siempre lo querría muchísimo, pero lamentablemente le faltaba madurar.

Era como un nene egoísta, le encantaban los juguetes nuevos, pero si alguien tomaba su osito regalón, hacia un berrinche de aquellos, hasta arrebatarlo de las manos. No le importaba, si por tenerlo nuevamente, lo rompía, rasgaba o dañaba de alguna forma. No media sus acciones contra aquel peluche.
¿Por qué seguía comparándose con un objeto? ¿Acaso así se sentía? Como una pelota que se tiran de allá, para acá. No tenía claro nada, solo sabía que estaba muy herida y que sus acciones repercutían mucho más allá de lo que creía.
Lo peor de todo era que, sin hacer nada, estaba dañando tanto. ¿Qué hubiese pasado si se dejaba llevar por sus sentimientos? ¿Sería culpable de rehacer su vida? Si durante su larga relación siempre fue fiel y respeto aquel compromiso ¿estaba cometiendo un error al sentirse así?
No supo en qué momento, ya estaba en el quinto sueño, pero los pensamientos seguían rondándola. Solo se dispersaron un poco, cuando escucho la suave voz de su mama.

-Hija… Lali…- intentaba despertarla.
-mmm…- solo escuchaba a lo lejos.
-Carlos, está ardiendo en fiebre de nuevo- se oía preocupada.
-¿Vamos a urgencia?- pegunto en el mismo tono.
-Sí, sería mejor. Mirala, no responde- su padre la tomo en brazos y se fueron rápido a urgencias.

Estuvo allá, la examinaron y fue necesario poner el medicamento a la vena, para que actuara con mayor rapidez. La fiebre bajo y ya estaba más lúcida. No sabía cómo, pero ya eran las tres de la madrugada y aun la tenían conectada al frasquito con medicamento.




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Estuvo allá, la examinaron y fue necesario poner el medicamento a la vena, para que actuara con mayor rapidez. La fiebre bajo y ya estaba más lúcida. No sabía cómo, pero ya eran las tres de la madrugada y aun la tenían conectada al frasquito con medicamento.

-¿Me vas a contar que paso?- pregunto su madre cuando estuvieron solas en la sala.
-Creo que me agripe anoche en el concierto y en la cena posterior- no la miraba, aun estaba débil y tampoco quería quedar en evidencia.
-¿Solo eso?- acariciaba su cabeza.
-Papá tiene el informe médico- le respondió.
-A vos no te baja tanto la presión, ni te agarra tanto la fiebre cuando simplemente te agripas- la conocía como nadie, el simple hecho de tenerla nueve meses en su interior, las hacia una.
-Digamos que viví emociones fuertes…- no diría nada más.
-Eso creí, ahora descansa. Tendremos tiempo para hablar- beso su frente y salió.

Estuvieron una hora más en la urgencia del hospital y volvieron a casa. El sábado durmió casi todo el día, solo despertó a comer. El domingo paso volando, entre dormida, comidas y una que otra conver con su hermana, mamá o papá. Un poco de “Los Simpson”. Otro toque de Beyonce y por ultimo más ganas de dormir. No quería pensar y no daba tiempo a eso. Su celular estaba apagado, era lo mejor. Si alguien llamaba a casa, estaba durmiendo siempre.

El lunes el panorama no fue distinto, solo que despertó más temprano con ganas de pintar. Jugó un rato sobre una hoja, pero término llorando al ver lo que había hecho. Era un retrato de ese nene que apareció en sus sueños, le dolía estar lejos de esa realidad, pero más le dolía la situación que se genero a raíz de su cercanía con Benja.

El martes pretendía ser un día normal, pero no fue así. Tipo 3 de la tarde, la morocha estaba en cama escribiendo algunas canciones, con letras medio suicidas. Ya había comido, casi a la fuerza, solo esperaba que las horas corrieran y el sueño la embargara. Estaba muy concentrada, cuando la puerta se abrió despacio y tras ella, apareció su flaquita favorita.

-¿Vos no tenes celular acaso?- estaba molesta.
-Cande…- una pequeña sonrisa sincera se asomo en su rostro.
-¿Qué? No me vengas a decir que me extrañaste, porque vine desde el viernes y siempre estabas durmiendo o algo. Sé que Majo lo hace por petición tuya… y te llame, mil veces, ¡millones! Y nada - necesitaba desahogarse- sos muy desconsiderada. Sé que estas sufriendo, pero ¡no podes enfrentar esto sola che!- unas lagrimas por los nervios rodaron por sus mejillas.
-Cande…- quería hablarle.
-¡Nada Mariana! Casi cinco días sin saber nada, inconsciente, irresponsable, mala amiga, mala persona…- ya lloraba sin control paseándose de un lado a otro.
-Cande…-le dolía verla así.
-Yo como boluda pidiéndole por favor a Carlos que me dejara entrar y no me lo permitían. Dejándote mil mensajes en el contestador. Respondiendo las dudas de todos en Pampa, por tu salud, sin si quiera saber- se agarro el pelo enrabiada- y Benja… pobre Benja…- quería seguir hablando.
-¡María Candela Vetrano Vega!- ella la miro sorprendida ante tremendo grito- me podes abrazar por favor… - hizo pucheros.
-Lali…- se lanzo a sus brazos y lloraron amargamente. Estuvieron un largo rato así.

Cuando Majo entro a verlas, la castaña dormitaba apoyada en el respaldo de la cama y su hija menor estaba en el regazo de ella. Era una escena enternecedora, ambas con los ojos hinchados, pero transmitiendo mucha paz. Al rato las despertó para que cenaran.

-¿Me dirás que te pasa?- pregunto mientras comía.
-Son muchas cosas- respondió pinchando algunos tallarines.
-Tengo mucho tiempo- ambas rieron.
-Esta lo de Peter y su locura de amor repentino, esta Benja con su AMISTAD- remarco la palabra- incondicional y esta lo de Euge… que aun no la entiendo…- suspiro decaída.
-Partamos por decir que el tema “Peter”- hizo las comillas con sus manos- ya está cerrado, o sea, todo bien con que este celoso, pero eso no le da derecho a meterse en tu vida, ahora que lo suyo termino- la morocha solo asentía.
-Sí, está claro que mientras duro fue hermoso y tengo geniales recuerdos de todos esos años, pero son parte de mi pasado- levanto los hombros- además, seamos justas, ¿AHORA le bajo todo el amor? Solo porque me ve con Benja, pero lo disfrutado y jodido no se lo quita nadie. Y a mí me da igual, es su vida, él la vive como quiere- concluyo tranquila.
-Exacto, es un nene quien se siente atacado porque le quitaron su paleta…- ambas rieron.
-Sí, solo es un nene… pero que me deja así de mal, con sus palabras sin sentido- agacho la cabeza afligida.
-Bueno, segundo tema… Benjamín Amadeo. Más conocido como…- le dio el paso para que ella dijera.
-¡Ojitos de cielo!- siempre le ponían apodos a todos sus amigos, los cuales solo eran conocidos por ellas y Euge.
-Exacto, ojitos de cielo. Pelito de muñeca- ahora sí, estallaron a carcajadas.
-Bueno, ya está claro de quien hablaremos. Dame el sermón- sentencio tentada.
-¿Qué sermón boluda? Son solo “SANOS CONSEJOS”- la apunto con el dedo y los ojos achinados.
-Ok, ok. Te escucho maestra- se burlo.
-Te burles o no, siempre tengo la razón- alzo las cejas victoriosa.
-Solo cuestión de suerte- no quería dejarla ganar, aunque tenía la razón. Como siempre.
-No nos desviemos del tema. Benjamín Amadeo- puso cara de “pillina”.
-¿Es necesaria esa cara?- bufo.
-Obvio, es parte de la historia- rio fuerte.
-Dale nena, ¡vueltera!- grito un toque.
-¡Ey! No ataques- estaba tentada hace rato- Ok, para que veas que soy una investigadora profesional, te cuento. Benjali es una pareja…- la interrumpió tapándole la boca.
-¿perdón?...- tenía los ojos como huevo frito- ¿Benjali?- tenia entre risa e impresión.
-Sí, Benjali- logro destaparse la boca- es una palabra que deriva de la unión *Benja y Lali* ¿entendes?- conto entusiasmada. Su amiga la miraba sin creerlo.
-Sos de temer vos…- estallo en risas, no podía creer que le haya puesto nombre a la pareja.
-Bueno nena, alguien tenía que bautizarlos como pareja- se defendió.
-Pero ¡NO- SO- MOS-PA-RE-JA!- casi lo grito- solo amigos… ¿sabes lo que es amistad?- le cargaba que notaran lo evidente.
-Sé lo que es amistad, lo sé muy bien. Por eso puedo notar a millones de kilómetros que ustedes no son amigos, ¡sino mucho más!- se hiperventilo la castaña.
-¡Pero qué imaginación che!- ya ambas estaban por los aires con la voz.
-No es imaginación, es realidad- no se controlaba.
-¡Imaginación!- grito.
-¡Realidad!- siguió el nivel.
-¡Imaginación nena!- levanto mas la voz.
-¡realidad nena!- se burlaba.
-¡¡Imaginación!!- estaba exaltada.
-Bueno, imaginación- hablo bajo.
-¡no me contradigas! ¡Realidad!- estallo al fin y por fin reino el silencio.
-Ves que es realidad…- le hablo muy tranquila, la morocha solo dio un grito de desesperación. Siempre usaba la misma técnica y lograba vencerla.
-Me cansas… siempre es lo mismo- se apoyo en la mesa agotada.
-Vos empezaste- tenía una sonrisa de oreja a oreja.
-Pero vos me haces estallar Candela- golpeo la mesa harta.
-Es porque no confías en mi y sos negadora- la reprendió.
-¡¿Por qué mierda me conoces tanto?!- se levanto enojada.
-Y preguntale a nuestras madres que nos criaron prácticamente juntas ¡che!- se defendió, no estaba en plan de pelea. Realmente, nunca lo estaba.
-¡AY Cande! Te juro que no entiendo…- se apoyo en la ventana.
-¿Qué no entendes?- se acerco.
-… - demoro un tiempo, respiraba profundo, el aire fresco- no entiendo cómo me enamore de mi mejor amigo…- dijo tranquila, pero sin mirarla.
-¡Wacha!- la empujo levemente- ¡lo reconociste al fin!- aplaudió contenta.
-No quedaba de otra ¡sos terrible!- sonrió mirándola.
-Que divinos se verán juntitos, de la mano, con hijos, con una casa enorme, miles de mascotas, una niñera, una mucama, un chofer- enumeraba con la mano, ante la impresión de su amiga- pileta, juegos para los nenes. Y serán todos rubios y con esos ojos… y tu boca y… ¡ay, más tiernos!- su imaginación estaba en las nubes.
-¡Cande!- la empujo, para que despabilara.
-¿queeé?- tenía cara de felicidad.
-No puedo estar con Benja… no puedo, no debo y… no quiero- la expresión que puso decía todo lo contrario.
-¿queeé?- repitió tontamente- ¿Cómo que no estarás con él?- la morocha camino de vuelta a la cama.
-No Cande, no estaré nunca con él…- se le escapo un puchero indeseable.
-¡Pero mirate por Dios!- estaba enojada- el olor a enamorada que tenes, se huele a penas entras a Banfield, todo a tu alrededor está impregnado a Benjamín, y a su amor. Él se muere por vos La…- levanto su cabeza- ¿Por qué torturarte, teniendo la opción de ser feliz?- no entendía los motivos de su amiga.
-Hay muchas razones Can… esta Peter y lo nuestro, es muy reciente- su amiga negaba- esta Euge que no me habla por el mismo problema- la castaña negó aun mas- y está el miedo terrible, de equivocarme y herirlo… y lo peor, perder su amistad… perderlo para siempre.
-Cuando dejes de ser una cobarde y decidas luchar por tu felicidad, sin pensar en los demás, ni en lo que opines… entonces, hablame- se paro, tomo sus cosas y salió.
-Can…- hablo débil, pero no había caso. Su amiga no estaba.

Ya no se sentía débil físicamente, sino del alma. Candela tenía toda la razón, no había motivos para negarse a la felicidad, pero esa continua inseguridad que dejo su antigua relación no le permitía estar en paz. Tantas especulaciones y engaños.







Autor: chey_x_lalitas

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