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Ya había pasado un mes… entre las funciones del Rex, las grabaciones y otras cosas, estaba exhausta. Ni tiempo de sufrir había tenido. Cande, Nico y Benja la apoyaban mucho, salían a comer e iban a conciertos juntos. De vez en cuando iban de joda o se juntaban en la casa de alguno. Repentinamente se animaba a ir el bombón Dalmau y otras tantas Pablito con Vico.
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Un día lograron juntarse Nico, Poli, Vico, Gas, Rochi, Cande y Jime con sus respectivos novios, Benja y Lali. Lo pasaron increíble, sin dudas, una de las mejores salidas con amigos que tuvo. La previa en lo de Vico y luego RUMI, donde también se encontraron con Mery y Meme.
Entre tanto alboroto, no alcanzo a comprar las entradas para el concierto de su ídola, eso la había tenido tres días re mal. Lo peor era que Candela y Nicolás si habían conseguido, pero pensaron que ella ya las tenia, así que no le comentaron nada. Aun quedaban entradas, pero lamentablemente no podía ir a galería. O sino la seguirían más que a Beyonce.
-¡Te juro que me quiero morir!- le decía a Cande, mientras estaba recostada sobre el escenario del Rex, en uno de los ensayos.
-Yo que tú me moriría- le dijo mientras hacía girar su micrófono en el suelo.
-¡Que malaaaaa!- le golpeo el brazo suavemente con su pie.
-¡Ay bruta! Sabes que es broma- rio exagerando- incluso sabes que estoy por bajar a Luca para que vayas vos- le sonrió cálidamente.
-¡Mi vida! No te preocupes… aunque sea en galería, la iré a ver ¡lo juro!- junto las manos sobre su cabeza.
-Lali… ya te dije que no, eso es realmente suicidio- la reto despacio- no es de creídas que vamos al VIP- rio obvia- es por nuestra seguridad. Vos más que nadie sabe como son las chicas de fanas- La morocha asintió- la mayoría de las veces no se controlan… imagínate cientos de descontroladas a tu lado… mas si sos de este porte- hizo la señal de pequeñísimo y Lali la miro mal- ¡te aplastarían che!- ambas rieron.
-¡Yo te mato!- se paro rápido para agarrarla, pero la flaqui fue más rápida y salió arrancando antes.
Siguieron jugando sin darse cuenta que alguien las observaba y reía a la vez.
Después del ensayo se ducho, cambio de ropa y sin secarse el pelo salió al frio estacionamiento.
Cuando estaba subiendo al auto, llego un mensaje “¿donde estas Lalunga? By: Benja”, inconscientemente sonrió y cuando lo noto, se puso seria. No sabía porque quería engañarse ella misma. Sin tratar de pensar mucho, respondió “Benjuchis, estoy por irme a casa… en el auto right now”, se quedo mirando su BB, esperando la respuesta. No tenía prisa por encender el motor.
A los dos minutos volvió a vibrar su celu, “Esperame, voy ¡right now!” se burlo de ella en el mensaje. Volvió a sonreír tontamente, parecía una pendeja de quince muriendo con un mensaje de amor.
-¡Sos una tarada Lali!- se reprendió ella misma, golpeando su cabeza- es tu mejor amigo, acabas de cortar con Peter, tenes que salir, conocer, vivir, respirar… ¡pero no! ¿Qué hace la tarada? Va y se…- no era capaz de decirlo- enamora… - levanto la cabeza mirando al frente, recién lo aceptaba- ¡Noooooooo, tarada, tarada, tarada!- golpeaba suavemente su frente con el manubrio del auto.
Estaba en ese acto masoquista, cuando alguien le golpeo el vidrio. Miro asustada y vio esos hermosos ojos azules, una sonrisa parecida a la del gato de “Alicia en el país de las maravillas” y en la blanca mano pegada al vidrio, dos entradas para ir a ver a su ídola, Beyonce.
-¡¿Me estas cargando!?- fue lo único que pudo decir, tenía los ojos abiertos como aceitunas- ¡Ahhhhhhhhhh!- ese grito, no era como los de cande, pero le rompía los tímpanos de todos modos.
-¡Salí, loca!- se corrió y ella abrió la puerta. Lo abrazo instintivamente y saltaba, haciéndolo saltar a él también.
-¿Cómo las conseguiste?- medio gritaba, entre tanto salto. Amaba a BEY y no había alcanzado entradas en VIP o en un lugar donde pudiera ver el show tranquila.
-¡Me extraña! Yo consigo todo- se agrando haciéndola reír.
-Gracias, gracias, gracias, mil gracias- lo volvió a abrazar, tenía ganas de llorar.
-Gracias hacen los monos, te debía este regalo, vos me invitaste a ver a Paul McCartney- sonrió soltándose del abrazo. Ahí recién noto que la morocha estaba emocionadísima-¿Que pasa linda?- le acaricio la mejilla secando una rebelde lagrima.
-Me haces muy feliz- se sincero.
-Pero Lala, son solo un par de entradas- rio suave.
-No es por las entradas, es por vos- la miró extrañado- sos lo mejor que me paso, desde hace mucho. Gracias por estar siempre- estaba muy emocionada.
-¿Qué paso? ¿Qué te hizo? Estas así por él ¿no?- se torno serio. Noto de inmediato que andaba sensible, pero erróneamente pensó que el tema era Peter.
-No, no me hizo nada- le contesto rápido- solo quería decirte lo mucho que te quiero…
-Sos tan tierna- no pudo evitar sonreír.
-Sí, lo sé- trato de cambiar el ambiente-igual estoy medio mal…- la miro con cara de “cuéntame ya”- estoy mal porque… no me duele ni un poco haber cortado todo con Peter…- ambos se sentaron en el capo del auto mirando la luna.
-Y siempre te dije que ya no lo amabas…- le soltó de una, estaba feliz por confirmarlo.
-Pero, es fuerte cerrar una etapa que duro cinco años- trataba de no mirarlo, ya nunca lo vería de la misma forma.
-Obvio, pero más difícil era seguir tirando de la cuerda… inevitablemente se cortaría- acaricio de nuevo su mejilla, secando otra lágrima.
-Sí, sabes que me siento hasta más liviana- lo miro por primera vez, era imposible que no se le estrujara la panza. Esos ojos la hacían alucinar.
-Yo diría que te ves, hasta, más hermosa. Tenes otro semblante, brillas- le sonrió matadoramente.
-No me tires los perros, mira que estoy sensible y no respondo- bromeo, amaba que le dijera cosas tan tiernas, pero muy en el fondo le daba miedo por seguir enamorándose y no ser correspondida.
-Y si no respondes mejor- se acerco peligrosamente, envolviéndola con su perfume.
-¡No jodas Benja!- se bajo del capo y lo tironeo de la mano para que bajaran- ¡nos espera Beyonce!- no soportaba tanto acercamiento, la volvía loca, pero debía controlarse, recién había cortado una relación muy larga.
-Dale, vamos a mi casa, nos alistamos y partimos en mi auto- se quería matar por el rechazo de su amiga.
No sabía porque pero era inevitable no desearla a cada momento. Desde que la conoció, noto en ella algo diferente. Era una luz propia que la acompañaba a todos lados. Amaba mirarla mientras sonreía o cantaba, sentía que le regalaba un poco de su ángel. Y ni decir cuando lo abrazaba, acariciaba o besaba (en la mejilla), lo hacía estremecerse completamente. Notaba la química que tenían, pero sabía que ella estaba con el morocho y aunque era una fea relación, seguían juntos… hasta ahora.
-Dale, justo ando con ropa en el auto, nos vemos allá- beso su mejilla por unos segundos eternos. Los dos estaban con el corazón a mil. Ella se separo un poquito de su cara y él la miro de frente, quedando a escasos cm de su boca. En una rápida maniobra le dio un pico y se fue corriendo a su auto, mientras reía.
-¡Tarado!- le grito sonriendo. Cuando lo perdió de vista, se dirigió a su auto con la mano en los labios. La hacía delirar.
Autor: chey_x_lalita
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