26 jun 2013

Dame un beso (Corto #1)

Autor: Sarunii

A partir de cuando Gas empieza a hablar en el video es cuando empieza a hablar en el corto, se entiende eso, no? xddd Oke, then... La parte importante en el video, en la que Lali mira hacia atrás. Ese fue el desencadenante de todo...




Sigue..


Lali salió del escenario apresurada. Todavía no se lo podía creer.
Hacía apenas un cuarto de hora que, entre cambio y cambio de vestuario, les habían informado que Macana, su Macana, había muerto. La habían tenido que seguir por el público que había pagado para verlos, pero todos, elenco, músicos, vestuaristas... estaban todos destrozados.
Tenía apenas tres minutos para acabar de creérselo y de desfogarse, los tres minutos que dejaban en escena a Gas y Rochi con el "Abre tus ojos", y estaban todos los demás en uno de los lados del escenario, llorando y abrazándose, en silencio. Y Lali sabía quién era el único que podía hacerla sentir bien en ése momento.

Paso al lado de Peter, quién se abrazaba con Euge, pasó de largo de Pablo, quién había encontrado como modo de desquite ver brillar a su novia en el escenario mientras las lágrimas caían por su cara, dejó atrás a Mery, que tenía la mano de Nico agarrada bien fuerte, hasta llegar a un rubio de ojos azules que estaba sentado sólo con la cabeza baja.

-Benja...

Él la miró, y tan pronto la vió con los ojos empapados, se levantó de golpe y la abrazó, mientras los demás los observaban en silencio. Todos sabían que algo ocurría o estaba por ocurrir entre aquellos dos, pero nadie, excepto Cande, Mery y ellos mismos, sabían cual era la naturaleza de su relación.
Aunque para ser totalmente sinceros, ellos tampoco lo sabían. Habían empezado como amigos, él la bancó mucho con lo de Peter y ella a él cuando cortó con su novia. Todo empezó con una tontería, una caricia, un pico inocente, un beso en un momento de bajón, más besos... el caso es que los dos sabían que ellos eran algo, pero no sabían qué. Benja no tenía verdaderos amigos entre el elenco, sólo Mery, y Lali, aunque era amiga de las chicas, sólo se había animado a contarle a Cande. No es que se avergonzaran de lo que sentían o podían sentir, ni de lo que estaban haciendo, pero el que estuviera Peter, el ex de Lali, ahí, siempre los frenó un poco.

-Lali... -le susurró, y ella se le apretó más.
-Se murió, ¿entendés? -le lloraba- Macana se murió... Yo no puedo seguir con el show, Benja, simplemente no puedo...
-Pero tenés que seguir -le contestó-. Por la gente que está ahí fuera, por vos, por Macana... Tenés que hacer lo tuyo, honrarlo ahí fuera, como sólo vos sabés hacer. -ella asintió. Él siempre sabía como hacerla sentir mejor. Lo suficientemente bajo para que nadie la oyera, susurró:
-Dame un beso.
-Pero La -le contestó en el mismo tono-, está todo el mundo acá, están los chicos... -ella negó.
-No me importa. Dame un beso, Benjamín.

Él suavemente la tomó por la cara y cumplió su pedido, cubriendo suavemente la boca de ella con la suya, dejándolos a todos sorprendidos.

-Chicos -anunció una de las asistentes, con la voz tomada-. Chicos, ya les toca salir, dale. -Lali inspiró, controlando las lágrimas que estaban por caerle.
-Te quiero mucho, sabelo. -depositó un último beso en sus labios y se fue sin esperar respuesta. Eso, luego.

Siguieron el show, que fue más especial que nunca para todos, y más para Lali, quién sentía que cada palabra de despedida era para su amigo y compañero fallecido, y que cada canción de amor cobraba forma de nombre propio, cobraba forma de Benjamín Amadeo.
Llego el momento de presentar el tema "No Te Digo Adiós", y no se veía capaz, a medida que llegaba su parlamento. Nico y Euge dijeron su parte, y Gas empezó la suya:

-Decir adiós también es hacer una promesa: nunca los voy a olvidar -la morocha miraba fijamente al público, intentando tragarse las lágrimas, pero en ese momento miró a Gas y no pudo evitar que una se le cayera-, siempre los voy a llevar en mi corazón. Ustedes son parte de la historia de mi vida.

Era su turno, pero en el momento en que se llevó el micrófono a la boca se derrumbó, y no pudo decir nada. Su amigo rubio la atrajo hacia él, mientras ella se llevaba la mano a la boca. Decidió intentarlo de nuevo.

-Decir adiós... -no pudo seguir, ya que las fans, viéndola mal aún sin saber porqué, comenzaron a animarla coreando su nombre. Agradeció con una sonrisa y volvió de nuevo- Decir adiós es desearte lo mejor, por si no vuelvo a verte más. Es confesarte que te voy a extrañar mucho -las lágrimas volvieron a aparecer con esa frase, pero debía terminar, y notaba la mano de Gastón dándole fuerza-, y prometerte que voy a ser feliz cuando vuelva a verte, a encontrarte. Gracias.

Suspiró. Además de todo el dolor por Macana, estaba el hecho de que, aún viéndola llorar, Peter no se había dignado ni a darle una caricia de aliento. Desde el número de "Abre tus Ojos", en el que les había visto a ella y a Benja darse un beso, que notaba su mirada acusadora en cuanto se cruzaban. Pero decidió que no le iba a afectar. Miró a Dalmau, que estaba a punto de llorar también, y le abrazó por el costado, intentando infundirle consuelo. Pero entonces se dió cuenta de que ella no tenía consuelo para ofrecer. Ni siquiera lo encontraba para ella.
Mientras Peter comenzaba su parte, ella decidió hacer lo mismo que había hecho antes. Miró para atrás, y lo encontró.

Benjamín tenía sus hermosos faroles azules fijos en ella, seguramente desde hacía bastante. Al ver que ella le miraba le sonrió, y se llevó la mano al corazón, asintiendo. Y sin saber porqué, Lali sintió que no podría haber hecho otra cosa mejor en ese momento. Fue sólo un segundo de conexión, ya que ella volvió a mirar al frente, pero un segundo que lo significaba todo.


--------------


El show ya había terminado, pero nadie se había ni animado a irse siquiera a duchar. Benja llegó de fuera, con el celular en la mano.

-¿Era Pempek? -le preguntó Mery, que era quién mejor se llevaba y a quién hacía más años que conocía- Tenía una llamada perdida suya.
-Sí, te llamaba para lo mismo que a mí, para preguntarme si... bueno, si era verdad. -ella asintió, entendiendo.

Sin decir nada, Lali se levantó y estiró su mano en dirección al rubio, que se la tomó. Le hizo sentarse donde estaba ella antes y se sentó encima de él. Nadie dijo nada al respecto.

-¿Me llevás a casa? -le preguntó Lali- Dejo el auto acá, y ya me lo llevaré mañana. -él le apartó un mechón de pelo.
-Claro, te veo en el aparcamiento después, ¿te va?
-Me va -le besó, ya era una necesidad-. Voy a ducharme.

Ella se fue, y él decidió irse al baño también. Ambos soportaron las miradas curiosas de sus compañeros, pero el ambiente no estaba como para preguntas, así que nadie dijo nada.

Tres cuartos de hora después, Benja la esperaba, apoyado en su auto, cuando ella llegó.

-Disculpame -dijo ella, mirando al suelo-. Pasa que me estuve mucho tiempo bajo el agua, luego me intenté maquillar pero se me corría todo, a causa de las lágrimas y... -él no la dejó seguir, abrazándola.
-No pasa nada, no pasa nada... -le susurró, acariciándole el pelo- Las cosas van a estar bien, ya vas a ver...
-Nada va a estar bien, Benja -contestó, entre sus brazos-. Macana está muerto, y eso no va a cambiar.

Él suspiró, y le hizo mirarle.

-Tenés razón, eso no va a cambiar... Pero no hay nada que podamos hacer al respecto. Tenemos que seguir adelante, transitarlo, nada más. Yo sé -la interrumpió-, yo sé que vos lo conocés hace mucho, desde que eras una nena, por eso no sé bien como consolarte, pero hago lo que puedo, quiero que estés bien... -ella soltó una lágrima cuando le pidió, de vuelta:
-Dame un beso.

Esta vez, Benjamín no dudó. La besaba, abrazándola, intentando aliviar de alguna manera su dolor.

-Dale, te llevo a casa, es tarde...

Subieron al auto, en silencio. Él, en cuanto podía, le acariciaba la mano o la cara, y estaba casi más pendiente de ella que de la carretera.
El celular de Lali empezó a sonar, y ella, viendo quién la llamaba, lo cogió.

-Hola, má. -- Sí, es verdad. -- Má, ¿te jode si esta noche no vengo a dormir a casa? -el rubio la miró por el retrovisor, y ella le devolvió la mirada- En serio, no es por nada, es que... lo necesito. -- En lo de Benjamín. -revoleó los ojos- Por favor, hablemos de esto otro día, por favor... -- No, no te lo voy a pasar, má.

Benja paró a un lado de la carretera, y le dijo:

-Pasámela, dale. -ella negó.
-No es necesario... -él le insistió con la mirada, y ella accedió.
-¿Señora Herrera? -dijo, dubitativo- Soy Benjamín. -- No, no se preocupe, estacioné el auto, no estoy manejando ahora mismo. -- Bueno... -se revolvió el pelo- es por si le da permiso a su hija para venir a dormir a mi casa esta noche. -- No se preocupe, la voy a cuidar bien. -- ¿Que qué soy yo de Lali? Eh, bueno, soy su... su... el caso es que quiero mucho a su hija -la miró-, y quiero que esté bien. Su hija es un ángel caído del cielo, y no se merece más que ser feliz en su vida -cayó en la cuenta, perdido entre los ojos oscuros de ella, de lo que estaba diciendo-. Bueno, supongo que usted ya me entiende. -- Muchas gracias, le digo. -- Oh.. gracias, adiós.

Colgó y le devolvió el celular a la morocha, que le miró interrogante.

-Me dijo tu mamá que está todo bien, que te podés quedar en mi casa, y que mañana hablan. -le contó mientras arrancaba y se ponía de camino.
-Disculpame, no te quería poner en esta situación. -él negó.
-No, está todo bien -tras un momento de silencio, añadió-. Me invitó a comer a su casa el próximo domingo que no tengamos función. -ella sonrió tenuemente.
-Te la ganaste rápido a Majo.

Siguieron en silencio hasta que llegaron a su casa. Ya dentro, después de cenar, ella tomó aire y le dijo:

-Fue muy lindo todo lo que le dijiste a mi mamá sobre mí. -él, que estaba lavando los platos, la miró fugazmente.
-Oh, bueno... Eh, gracias. -Lali le tocó suavemente el brazo.
-Benja...

Él suspiró, se secó las manos y hizo a Lali sentarse a su lado en el sofá.

-Todo lo que dije no es nada más que la verdad -estaban tomados de las manos, y ella estaba tan sensible que, al solo decir él estas palabras, ya sintió una lágrima a punto de aflorar-. Con tu... tu alegría, tu entusiasmo, tu belleza, tu voz... con toda vos, me hacés sentir algo muy fuerte acá -se llevó una mano al pecho-, ¿entendés? No sé qué me hiciste -resolvió-. Quizá me enamoraste, no lo sé. Pero no soporto verte mal.
-Sos... sos un tierno -le respondió ella, acariciándole la cara-. Y... te amo -él levantó la cara y le clavó sus ojos azules-. Sí, escuchaste bien. Vos ya no sos mi compañero Benjamín, ni mi amigo Benja ni mi mejor amigo Benshu... Vos sos mi amor.

Esta vez no espero a que se lo pidiera, el rubio capturó sus labios entre los suyos, y la besó como nunca antes. Disfrutó del tacto de cada centímetro de su piel, la piel de la chica más especial con la que había tenido la suerte de cruzarse.
En un momento, y sin saber como, se dió cuenta de que tenía las manos acariciándola por debajo de la remera, su camisa abierta y unas ganas irrefrenables de desabrocharle el corpiño a Lali. Ambos, con la respiración entrecortada se miraron, y azul y marrón combinaron perfectamente, entendiéndose. Ya abría tiempo para eso.
Ambos se acomodaron la ropa y se sonrieron.

-¿Dormimos acá o en la cama? -preguntó ella.
-Acá mismo, ¿no? -sacó una manta de un armario y prendió la tele- Es muy cómodo este sofá.
-Dale, vení -él se tumbó a su lado, bien pegado-. Benja.
-¿Qué?
-Dame un beso.

El rubio, riéndo, le concedio el deseo.

FIN
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solo facilito su difucion. novela extraida de: http://www.ar-telenovelas.com.ar/foro/viewtopic.php?f=29&t=27271

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